-hoy... Paso por ti a las 4.- sonrió.
-Claro. ¿Y que paso con el chico que le ibas a presentar a mi hermana?-
-Ah, mi primo. No le he hablado a él sobre Sol.-
-¿Como se llama?-
-Ryan, ahora vive con migo.-
-¿Ahora?-
-Si, le suplico a su madre que lo deje venir a vivir aquí.-
-¿Por que?- estaba preguntona.
-Es que acá tiene todos sus amigos, básicamente toda su vida. Antes vivía acá - continuo- pero a su mamá la transfirieron por trabajo hace cinco meses.
-¿Va a vivir en tu casa para siempre?-
-No lo se, espero que no.- rió.
-Era uno de los que estaba contigo en el parque, verdad?-
-Si, y el resto eran todos sus amigos.-
-No te caen bien.- sentencie.
-¿Como sabes?- se sorprendió.
-Por la forma en que lo dijiste. Aparte en el parque se fueron sin ti, como si te dejaran de lado.-
-Siempre lo hacen.- miro hacia abajo.- Creo que no les caigo bien.- rió-
-Es bueno que te lo tomes así.- sonreí.- ¿Tienes otros amigos ademas de ellos?-
-No, no necesito amigos.-
Lo mire, pensé que estaba haciendo una broma. Pero no sonreía ni se reía. Tal vez era como yo. Al fin encuentro a alguien que es como yo. No se si es malo no tener amigos, después de todo se trata de como tratas a los demás, de como sos. No se que pensar de él. Podría ser como en mi caso, que no encajo en mi escuela. O, podría ser que no es muy buena persona, de esas que no le caen bien a nadie por su forma de ser. Quiera o no, es una opción. Después de todo, no lo conozco lo suficiente.
-¿No los necesitas?-
-No, no los necesito.- repitió.
-Que bueno que salgamos hoy.- decidí cambiar de tema, él no se veía feliz.
-No sabia que te interesara tanto salir con migo.- sonrió y volvió su ego.
-Aja.- asentí aunque no era cierto.
-Lo se, siempre lo supe, desde que te choque en el aeropuerto.-
-Estas loco, nunca quise salir contigo-
-Hasta-interrumpió- que viste mis abdominales.- me miro y sonrió.
-haha, eso creo.- le sonreí.-
-Te vez linda cuando sonríes.- paro en seco muy cerca mio.
-Gracias, tu también.- lo mire a los ojos- ¿Falta mucho para tu casa?- mire hacia enfrente del camino.
-No, solo una cuadra, pero si quieres déjame aquí ¿Sabes como volver?-
-Supongo, es todo derecho, no es difícil.- reí.
-Claro.- se subió a su bici.- entonces... hasta las cuatro.- sonrió.
-Hasta las cuatro.- respondí ya rumbo hacia la casa de mi abuela, que por los siguientes tres meses, seria mi casa.
Llegue y estaba Sol y mi abuela guardando las cosas que había comprado. Me puse a ayudar también. Eran muchas bolsas, con razón mi abuela tardo dos horas en comprar todo.
-¿Te despejaste?-pregunto mi abuela.
-Si, es un gran parque.- comenté.
-Si, aunque cuando te vi por la ventana, no precisamente fuiste al parque.- dijo mientras guardaba unas cosas en la heladera.
Sol rió por lo bajo.
-Ah, es que....- me acerque a Sol y le susurre -Ayúdame o le tendré que decir que trajiste a marcos.-
-Es que ella es muy distraída, abuela. Ya la conoces.- intento cubrir la verdad.
-Si, pero no sabia que era tan distraída como para no notar que el GRAN parque estaba frente a ella.- voltio a nosotras.-
-Es que vi a un chico en el parque y bueno....- mentí, o eso creo ya que en cierta parte era verdad.
-Se pone estúpida cuando se enamora.- me ayudo mi hermana.
-¡Ah!, con razón.- simulo caer en el juego, aunque yo sabia que mi abuela no era tan ingenua para creerse una mentira, que parecía creada por un nene de cinco años.
-¿Que vamos a comer?- cambie de tema rápidamente.
-No lo se, creo que van a ser milanesas con puré.- dijo Sol.
-Si, no me pidan que cocine mucha cosa.- mi abuela no se daba maña para cocinar.
-Claro que no, me encanta el puré.- me senté en el desayunador.- ¿Van a hacer algo hoy?.-
-No lo creo, por?.-
-Voy a salir, con el chico que me crucé en el parque.- sonreí. Sol me miro impresionada.
-¿Vas a salir con Marcos?-
-¿Lo conocen?- pregunto mi abuela.
-Si, en el aeropuerto, choco con migo y me tiro al piso, pero en realidad es buena persona. No te preocupes abuela.-
-¿Te invito?- Sol se sentó en frente mio.
-Si, no lo voy a invitar yo.-
-¿A que hora?-
- A las cuatro.-
-¿Ya tienes que ponerte?-
-Acabo de llegar, aparte solo vamos a tomar algo, no vamos a ir a las cuatro de la tarde a un restaurante.-
-Intento ser amable contigo no me hables así.-
-haha, esta bien, me acompañas a buscar una remera?-
-¿No era que no te ibas a cambiar?
-Por favor, acompáñame.- le suplique.
-Esta bien, vamos.- sonrió
No hay comentarios:
Publicar un comentario